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EN DEFENSA DE LA EDUCACIÓN PÚBLICA

El conflicto en secundaria por la reforma educativa y el empuje de las bases sindicales en ADES Montevideo y FeNaPES para luchar en las calles

– Por Sebastián Peralta-

La Asociación de Docentes de Enseñanza Secundaria de Montevideo (ADES Montevideo) implementó un paro de 24 horas el miércoles 4 de mayo, en el cual se ocupó el Liceo Dámaso y se realizó una nueva Asamblea General -la más numerosa en muchos meses- en el local del PIT-CNT. La ocupación del Dámaso contó con el valiosísimo apoyo del Gremio Estudiantil del Dámaso, así como de compañeras y compañeros de otros sindicatos que se acercaron a expresar su solidaridad. En la Asamblea General el sindicato se declaró en conflicto y en régimen de asamblea permanente, aprobando un plan de acción a nivel departamental que incluye paralizaciones parciales para realizar reuniones de núcleos y zonales, movilizaciones callejeras, actividades artísticas en defensa de la educación pública, y la evaluación posterior de la profundización del conflicto.

La reforma de la educación es uno de los ejes estratégicos del actual gobierno, que se manifiesta básicamente a través de tres dimensiones: la reorganización institucional, la transformación curricular y -con el objetivo de facilitar las dos anteriores- la persecución antisindical. La reorganización institucional se ha materializado en la eliminación de los Consejos Desconcentrados en la ANEP, a lo que se sumará próximamente un nuevo Estatuto del Funcionario Docente, aspectos contenidos en la Ley de Urgente Consideración que fueron impugnados administrativamente sin éxito. La transformación curricular ya tiene su documento orientador, el Marco Curricular Nacional, rechazado por la abrumadora mayoría de las/os docentes a través de las Asambleas Técnico Docentes en todo el país. Esta transformación supone una profundización de una línea pedagógica iniciada hace ya varias décadas y que ha atravesado gobiernos de diferente signo político: no es más que la sumisión de la política educativa a los intereses del empresariado, tanto vernáculo como internacional.

La persecución antisindical se ha evidenciado en diferentes clases de procedimientos disciplinarios realizados contra trabajadoras/es sindicalizadas/os, en ocasiones por repartir volantes a compañeras/os o por colocar materiales en las carteleras sindicales. Todo este proceso se da, como si fuera poco, en el marco de un recorte presupuestal que ha generado grupos superpoblados y cientos de docentes con déficit de horas o directamente sin trabajo.

Este nefasto panorama ha propiciado la resignación en algunos sectores del cuerpo docente, a lo que se suma una prédica constante pero subrepticia: que nada cabe esperar durante estos años, más que aguantar el temporal y tratar de contribuir, de diferentes maneras, a que el progresismo retome el control del Estado en las elecciones nacionales de 2024.

No obstante, y a pesar de que las corrientes progresistas detentan la hegemonía tanto en la dirección de la FeNaPES como en la de ADES Montevideo, esto no es suficiente para ahogar por completo la voluntad de las bases de movilizarse y denunciar estos recortes,

estas imposiciones y estos atropellos. En este sentido, una vez más fueron las y los compañeros independientes quienes propusieron a la Asamblea General una medida de  lucha concreta que pusiera en agenda el desmantelamiento de la educación pública que el actual gobierno está profundizando.

Ante quienes promueven el desánimo y el derrotismo, tanto fuera como dentro de las organizaciones sindicales, son nuevamente las bases quienes impulsan propuestas y acciones con el objetivo de defender la educación pública de sus declarados enemigos. Los gobiernos pasan, pero el avasallamiento de la educación pública, así como su sumisión a las necesidades de una economía capitalista en crisis, permanecen. Así permanecerá también, encendida como antes, la chispa militante de quienes no se resignan ante tanta hipocresía.