“Los monumentos en la Argentina no están para los hacedores de la dignidad y de la solidaridad sino para los generales genocidas, como aquel del “desierto”. Para los héroes del pueblo, y más si es bien de abajo, no hay monumentos.” Osvaldo Bayer sobre “el gringo” Tosco
-Por Iván Lovrich-
Nos encontramos en un nuevo Primero de Mayo, por eso resulta clave emprender un esfuerzo para, de una vez y para siempre, romper las barreras mentales que nos hacen entender como separada la historia combativa de la clase trabajadora de Argentina de la nuestra.
En este sentido traemos a la memoria el levantamiento conocido popularmente como “El Cordobazo”, que ocurrió en la ciudad de Córdoba, Argentina, el 29 de mayo de 1969. Esta rebelión popular fue y es significativa en la historia del movimiento sindical regional.
En la década de 1960, Argentina vivía una época de profunda crisis política y económica.El sistema no daba respuesta a los problemas de las y los trabajadores. Una serie de dictaduras se sucedieron una tras otra y la reacción ante los justos reclamos del pueblo siempre era la misma: palo y palo.
En este contexto dentro de las organizaciones políticas y sindicales de trabajadores estaba presente la reciente revolución cubana, así como también la revolución china y soviética sucedidas en el siglo XX. También otras gloriosas gestas de la lucha revolucionaria de nuestra América y el mundo animaba a alzarse en búsqueda de un horizonte nuevo.
El movimiento sindical de Córdoba estaba liderado por la Confederación General del Trabajo (CGT), que estaba dominada por la línea política peronista. Sin embargo, muchos trabajadores comenzaron a sentirse frustrados con la falta de avances en sus demandas y con la corrupción en los sindicatos.
El Cordobazo
En este contexto, el Cordobazo fue un levantamiento de trabajadores y estudiantes que estaban hartos de la represión política y la opresión económica. La ciudad de Córdoba era un centro industrial clave en la Argentina, y los trabajadores de la fábrica de automóviles Renault se convirtieron en los líderes del movimiento.
El 29 de mayo de 1969, los trabajadores de la Renault salieron a las calles a protestar contra la política económica del gobierno y la falta de libertades políticas. Pronto se unieron estudiantes, otros trabajadores y vecinos de la ciudad, y se desató una gran movilización popular.
La policía intentó reprimir la manifestación con violencia, pero los manifestantes resistieron y lograron expulsar a las fuerzas de seguridad de la ciudad. Durante tres días, la ciudad de Córdoba fue controlada por los trabajadores y los estudiantes, quienes establecieron barricadas y organizaron asambleas populares para discutir las demandas del movimiento.
El Cordobazo tuvo un impacto significativo en la política argentina y en el movimiento sindical. En primer lugar, mostró que la resistencia popular podía desafiar a un gobierno represivo y autoritario. En segundo lugar, el movimiento ayudó a revitalizar el movimiento sindical, que había estado en crisis debido a la corrupción y la falta de liderazgo.
Uno de los líderes que tomó más relevancia en este suceso fue Agustin Tosco, de quien rescatamos estas palabras que encontramos más que acertadas:
“Ha surgido en distintos lugares el concepto de que los sindicatos son un apéndice del sistema que nosotros combatimos y queremos cambiar. Está afirmación debe ser perfectamente aclarada.
Los sindicatos históricamente, no son el apéndice del sistema, sino que nacieron como respuesta a la explotación de un mundo eminentemente liberal. Las organizaciones sindicales fueron prohibidas, sus militantes perseguidos y encarcelados so pretexto de que conspiraban contra la libertad de trabajo contra el libre juego de la oferta y la demanda, contra la libre iniciativa, y toda la historia de estas luchas del movimiento obrero organizándose se llama: sindicalismo. Está teñida de sangre, de sacrificios, porque estas instituciones del movimiento obrero eran lo que expresaba las luchas por las reivindicaciones de carácter particular y general de los trabajadores.
Ahora bien, el sistema evidentemente pretende transformarlos, usando a sus dirigentes traidores, para ponerlos a su servicio llevando en sí a toda la masa trabajadora. Eso es verdad, pero es completamente distinto que los sindicatos sean un apéndice del sistema como para que debamos renegar de ellos y dejar que sean usados por el sistema para frenar las luchas del sindicalismo. (…)” Septiembre/1970 – “El papel de los sindicatos en la lucha por la liberación nacional”
El Cordobazo también inspiró a otros movimientos populares en América Latina, que estaban luchando contra dictaduras militares y regímenes autoritarios. En la Argentina, el movimiento precipitó la caída del presidente de facto Juan Carlos Onganía años más tarde.
Quizá hoy también pueda servirnos de inspiración en las luchas que llevamos en nuestro presente, pero que en esencia es la misma: la lucha por soluciones definitivas para las y los trabajadores.